Ansiedad

La ansiedad es una respuesta natural del cuerpo ante situaciones percibidas como amenazantes o estresantes. En su forma normal, la ansiedad puede ser adaptativa, ayudando a una persona a enfrentar desafíos y preparándola para la acción. Sin embargo, cuando la ansiedad se vuelve excesiva, persistente y dificulta el funcionamiento diario, puede considerarse un trastorno de ansiedad

  • Tensión, irritabilidad, preocupación, desesperación
  • Insomnio, sueño inquieto, despertar fácil
  • Rechinamiento de los dientes, dolor mandibular
  • Incapacidad de mantenerse quieto en un sitio
  • Incapacidad de pensar con claridad
  • Disminución de la libido
  • Las mujeres pueden experimentar aumento de los síntomas premenstruales y cambios en el ciclo menstrual
  • Respiración acortada
  • Frecuencia respiratoria y cardiaca aumentada
  • Palpitaciones fuertes
  • Nudo en la garganta, boca seca
  • Tensión en el pecho, calambres intestinales
  • Mareos, temblor del cuerpo
  • Sensación de entumecimiento u hormigueo de las extremidades, contracción muscular

  • A veces las crisis son tan severas que llevan a un ataque de pánico, produciendo síntomas físicos que pueden confundirse con otra enfermedad.

La ansiedad puede ser aguda o crónica, afecta a la mayoría de la población joven; es más frecuente en mujeres que en varones.

Los desordenes de ansiedad pueden ser de orden fisiológico y/o psicológico; y puede tener una tendencia genética. Los factores psicológicos que lo envuelven corresponden al manejo del sistema nervioso autónomo.

Algunas situaciones de stress en un paciente con ansiedad como: asaltos, accidentes o desastres naturales pudieran acabar en un ataque de pánico.

Una razón conocida o un trauma subconscientemente escondido; como experiencias de guerra o traumas personales de infancia, adolescencia, etc. pueden ser una causa de ansiedad.

La ansiedad puede también ser un resultado de una reacción medicamentosa, abuso de sustancias, drogas, desordenes glandulares, hipoglucemia, enfermedades cardiovasculares y otras.

  • Mantenga un buen balance de su glicemia (azúcar en sangre).

  • Evite los azúcares refinados (dulces, pastas, pan blanco, tortillas, popusas, arepas) reemplácelas por carbohidratos compuestos como el pan integral o negro.

  • Evite las bebidas con cafeína (café, sodas, té negro), bebidas alcohólicas, chocolate.

  • Incluya preponderantemente en su dieta frutas frescas y vegetales como: melocotones, espárragos, bananos, brócoli, brown rice, frutas secas, ajo, vegetales de hojas verdes, legumbres, productos de soya, granos enteros y yogurt.

  • Haga cinco porciones de comida al día.

  • Limite la ingesta de proteína animal (carnes de res, cerdo y cordero).

  • Haga un diario sobre los alimentos que ingiere para determinar correlaciones entre sus ataques y las comidas ingeridas.

  • Coma pescado como el salmón.

Las plantas medicinales pueden hacer mucho por aliviar el nerviosismo y la ansiedad, aportando sedación y equilibrio al sistema nervioso:

  • La avena, úsela en infusión de salvado por vía oral o añádala al agua de baño, actúa como sedante del sistema nervioso

  • La infusión de las hojas de naranjo, es un excelente sedante y somnífero suave.

  • Lechuga silvestre, en decocción de sus hojas o en jugo fresco, es sedante y calma la excitación nerviosa.

  • Tilo, en infusión de flores, decocción de corteza y extractos, actúa como sedante y relajante.

  • Valeriana, en infusión, es un buen sedante suave que disminuye la ansiedad.
  • Hierba Luisa, en infusión, alivia la ansiedad.

Se recomienda la preparación de los siguientes jugos que pueden ser elaborados en extractor o licuadora, puede tomarlos una o dos veces al día.
Prepare los siguientes numerales: J60, J37, J30, J40, J15

Recetas De Jugos

Manténgase fuera de lugares ruidosos, contaminados o con exceso de personas.

Haga caminatas largas en áreas abiertas con una buena compañía, como parques, playas, campos, etc.

Aprenda técnicas de relajación y meditación.

Haga ejercicios frecuentemente ya sea caminando, bicicleta, nadando o aeróbicos

Aprenda técnicas de respiración profunda: inhale suavemente y cuente hasta cuatro manteniendo la respiración, luego exhale suavemente contando hasta cuatro. Haga una pausa de cuatro segundos y repita esta secuencia hasta que el ataque cese

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Para aprovechar beneficiosamente las recomendaciones alimenticias arriba mencionadas, intente con las siguientes recetas: R08, R10, R25, R26, R29, R36, R38, R42

La predisposición a la ansiedad puede tener un componente hereditario, donde la genética desempeña un papel importante. Los neurotransmisores cerebrales, como la serotonina, pueden estar influenciados por nuestros genes, así como nuestras actitudes, experiencias y estado emocional. Se ha observado que el riesgo de experimentar un ataque de pánico es ocho veces mayor en familiares cercanos en comparación con el resto de la población.

La vida cotidiana está repleta de situaciones estresantes, algunas de las cuales pueden ser inevitables, lo que aumenta la ansiedad, especialmente en aquellos que tienen una predisposición genética. La ansiedad puede manifestarse en la familia, y los niños que heredan los genes relacionados con la ansiedad pueden ser más susceptibles a desarrollar este trastorno.

Estudios han identificado un gen localizado en el cromosoma 17 que parece contribuir al neurotismo, mientras que otro gen en el cromosoma 22 está vinculado al trastorno obsesivo-compulsivo. Se ha observado que aproximadamente el 40% de las personas con agorafobia tienen un familiar que también padece algún trastorno de ansiedad. Estas asociaciones genéticas subrayan la influencia de la predisposición genética en la manifestación de trastornos de ansiedad..

Tener predisposición genética para la ansiedad no determina inevitablemente que padeceremos este trastorno; factores ambientales y la personalidad también juegan un papel crucial. Es importante destacar que muchas personas con una predisposición genética no desarrollan el trastorno de ansiedad, mientras que otras sin esta predisposición sí lo hacen.

El abuso físico, emocional y sexual son factores que pueden aumentar la predisposición a la ansiedad. Además, diversos estudios indican que las personas con ansiedad pueden ser más susceptibles a adoptar pensamientos negativos sobre las emociones expresadas por quienes les rodean. Esto subraya la complejidad de los factores que contribuyen al desarrollo de la ansiedad.

Existen numerosas esencias oleosas con efectos calmantes que han demostrado reducir la ansiedad. Algunas de las más reconocidas incluyen bergamota, incienso (frankincense), geranio, lavanda, mirra, neroli, vetiver y ylang-ylang. Estas sustancias oleosas pueden utilizarse de diversas maneras para ayudar a combatir la ansiedad, como inhalarse directamente de la botella, añadirse al agua del baño, difundirse en el aire mediante un difusor, o utilizarse para masajes corporales. También se puede colocar una o dos gotas en un paño limpio e inhalarlo según sea necesario.

Cuando experimente ansiedad, intente identificar con precisión cuál es la causa de esta sensación. Aunque puede ser un desafío en ocasiones, tenga en cuenta que es más fácil abordar ideas concretas que enfrentarse a pensamientos vagos o a un sentimiento indefinido de inquietud. En algunas ocasiones, solo identificar la causa puede tener un efecto calmante sobre la ansiedad.

Si usted necesita ayuda profesional, búsquela. Hable con un terapista que haya trabajado maravillosamente con algunas personas, incluso gente que alguna vez estuvo incapacitada por la ansiedad.

“Ni el ambiente, ni la herencia pueden afectar nuestra identidad”

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La ansiedad desde la perspectiva de la Medicina Tradicional China puede estar vinculada a diversos desequilibrios, como la debilidad del corazón, debilidad de la sangre, un desbalance general del sistema Yin (-) y Yang (+), o el estancamiento y obstrucción de diferentes meridianos que deben ser diagnosticados. Además, los excesos también deben ser identificados.

La presencia de mucha flema o mucosidad en el sistema a menudo se asocia con la deficiencia del bazo. En algunos casos, el exceso en la función del hígado puede generar desequilibrios en otros órganos, dando lugar a síntomas de ansiedad o estrés que pueden estar enmascarados.

En la Medicina Tradicional China, se considera que el "shen" es una entidad energética no material que puede dar lugar a la ansiedad y el estrés en el paciente, a menudo derivando de experiencias de angustia o tristeza.

egún los síntomas que describa el paciente en consulta, como se vea la lengua, estudios del medico primario, y los pulsos que se toman en ambas muñecas se definirá el diagnóstico. Dependiendo el diagnóstico se definirá el tratamiento con acupuntura, hierbas chinas, dieta oriental y ejercicios recomendados. La clave es un buen diagnóstico. Medico oriental que ataca los síntomas para calmar se llama medico menor. El que ataca el origen de los síntomas para curar que presenta el paciente se llama Medico Mayor o Master en Medicina Tradicional China.