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Es un desorden crónico caracterizado por una severa inflamación que lleva a la ulceración del interior de la mucosa intestinal. Más a menudo afecta la parte baja del intestino delgado, pero puede envolver todo el tracto digestivo de la boca hasta el ano; no como la colitis ulcerativa que afecta la capa externa de tejido del tubo del intestino. La enfermedad de Crohn envuelve las cuatro capas de la pared intestinal. Cuando afecta áreas sanas la cicatriz del tejido a menudo estrecha la luz del tubo intestinal. En algunos casos las asas intestinales llegan a ser parcial o completamente obstruidas. Cuando un área se cierra, se desarrollan en la luz del tubo una o más fístulas que unen una parte del intestino a otra, o a otro órgano.
Ocurre entre mediados de la adolescencia y los treinta años. La causa aún no ha sido establecida, se cree que el daño es causado por los radicales libres.
La gente con enfermedad de Crohn, quienes adoptan una dieta libre de alergenos, a menudo experimentan remisión de la enfermedad, pero retorna si ellos regresan a su dieta habitual.
Evite los ácidos grasos y las grasas hidrogenadas.
En general una dieta que es baja en fibra es mejor. Usualmente la fibra ayuda a normalizar la función intestinal, pero demasiada fibra podría empeorar la enfermedad de Crohn. Especialmente si hay suficiente tejido cicatrizal lo que causa obstrucción.
Coma proteínas de pollo y pescado, intente servirse pescado cuatro veces a la semana. El tofu y otros productos de soya contienen gran cantidad de proteínas también. La gente con este tipo de enfermedad necesita un 30% más de proteínas que lo normal.
Incluya en su dieta vegetales alcalinos tales como: zanahorias, apio, zucchini y otros.
*No coma sus alimentos demasiados crudos o fritos; prepárelos al vapor o al horno tanto el pollo y pescado como los vegetales.
Aumente su ingesta de líquidos, incluyendo agua, té de hierbas y jugos frescos; el jugo de col es uno de los mejores. Además asegúrese de beber ocho vasos de agua pura al día. Una alta ingesta de líquidos ayuda a suavizar y a facilitar el paso de las heces; y también contrarresta la deshidratación producida por la diarrea.
Evite los alimentos refinados, incluyendo cereales procesados secos y algún otro hecho con azúcares refinados o harinas. Un exceso de los carbohidratos refinados es asociado con el desarrollo de la enfermedad de Crohn.
Evite sustancias que son irritantes para el tracto digestivo tales como: alcohol, cafeína, bebidas carbonatadas, frituras y alimentos grasos y especias.
Evite los productos diarios y los productos de levadura, éstos productos tienen niveles altos de histamina. Muchas personas con enfermedad de Crohn son intolerantes a la histamina. La leche y otros productos diarios también contienen carragina un compuesto extraído de algas marinas rojas, el cual es ampliamente usado en la industria de alimentos, para estabilizar las proteínas de la leche, ha sido demostrado que induce a la colitis ulcerativa en animales de laboratorio.
Coma una dieta consistente principalmente en alimentos monoácidos frescos o alimentos cocinados tales como: Brócoli, col de Bruselas, coles, ajo, espinacas, nabos.
Añada mucha papaya a su dieta.
Evite el chocolate, maíz, huevos, alimentos con aditivos artificiales o preservativos, margarinas, carnes rojas, tabaco harinas blancas, productos animales a excepción de las carnes blancas (pollo y pescado)
Prepare los siguientes jugos: J61– J30– J01 Hágalos en extractor o licuadora, se recomienda ingerirlos una o dos veces al día.